Se trata de un libro de reciente publicación del que estoy terminando una primera lectura y del que pienso hacer una segunda más detenida. Y eso a pesar de sus más de mil trescientas páginas. ¡Tan interesante me parece! He de confesar que la noticia de su publicación, y a pesar del interés del tema, no me hizo ir corriendo a la librería para devorarlo. Su autora, María Antonia Iglesias, conocida por su trayectoria como directora en su día de los servicios informativos de TVE, y, más recientemente, como tertuliana en diferentes medios de comunicación -como casi todos, perfectamente alineados-, no la convertían precisamente en santo de mi devoción. Sus afirmaciones casi siempre “sobradas” y carentes de matices me han resultado a menudo formalmente antipáticas incluso cuando en ocasiones mi pensamiento coincidiera con el suyo. Su agresividad y su arrogancia al plantearlas, su menosprecio y falta de respeto de las opiniones ajenas, me han producido casi siempre una notable sensación de rechazo.
Como puede apreciarse, he superado mis reticencias y he terminado por adquirirlo y además por leerlo con verdadera fruición. Mi curiosidad intelectual y mi deseo de no dejarme llevar por los prejuicios ya me inclinaban a hacerlo. La recomendación de un buen amigo y una lectura parcial del prólogo de Javier Elzo y de la introducción de la autora, hecha a salto de mata en la propia librería, terminaron por quebrar mis reticencias. Y, desde luego, no me arrepiento en absoluto. Me parece una publicación cuya lectura resultará de suma utilidad a quienes tengan curiosidad por aproximarse a entender la historia del denominado “conflicto vasco” en el último medio siglo, y especialmente en los últimos 35 años.
El libro consta de dos interesantes prólogos, uno del sociólogo vasco Javier Elzo y otro de Daniel Innerarity, filósofo y ensayista, premio nacional de literatura 2004 en la modalidad de ensayo. Ambos, junto con la introducción de la autora ayudan en su lectura. Ahora bien, lo fundamental y lo realmente interesante del libro son las confesiones personales de los treinta y dos personajes muy bien elegidos y muy bien entrevistados por María Antonia Iglesias. Son todos los que están, aunque faltan algunos que no han querido estar. La autora ha tenido, por lo demás, el buen gusto y el acierto de dejar todo el protagonismo a los entrevistados hasta el punto de que ni siquiera aparecen en el texto sus preguntas. Unas preguntas que se adivinan, sin embargo, por debajo y que se aprecian certeras.
A lo largo de las páginas del libro los entrevistados van desgranando su visión de los acontecimientos de los últimos cincuenta años (desde la aparición en escena de ETA), su participación en ellos y la justificación de la propia actuación, su percepción e interpretación de las actitudes y actuaciones de los demás personajes y agentes de la vida política, amigos y aliados, adversarios y enemigos. Esto permite una visión caleidoscópica y entrecruzada de los acontecimientos y de las interpretaciones de los mismos. Esto posibilita también al lector situarse ante los hechos y analizarlos desde los diferentes enfoques y perspectivas y enriquecer así su visión de los mismos, percibiéndolos en toda su complejidad. También hace posible una aproximación al conocimiento de las ideas, motivaciones y comportamientos de los protagonistas, tanto por lo que ellos explican sobre sí mismos y su acción política, como por lo que los otros piensan sobre ellos y sus actuaciones. Y lo cierto es que no todos salen muy bien parados de la prueba. Algunos, en mi opinión, terminan peor parados por lo que dicen de si mismos, de los suyos y de los adversarios, que por lo que dicen los demás sobre ellos. Se trata sobre todo de aquellos que son incapaces de hacer autocrítica de sus propios errores y de reconocer a los demás sus aportaciones. Un comportamiento que adquiere su peor perfil cuando se acompaña de insultos dirigidos a propios y extraños.
En próximas fechas, si no cambio de idea, tengo pensado dedicar algunas entradas del blog a recoger el perfil que se dibuja en el libro de algunos de los personajes más relevantes, a partir tanto de lo que ellos mismos dicen, como de la visión que se desprende de las opiniones y juicios de valor de los demás. Si tengo que elegir, me quedo para empezar con Arzallus, Josu Jon Imaz, Ramón Jaúregi y Patxi López. Tal vez también con Ardanza, Mayor Oreja y Regina Otaola, por ampliar el abanico. Ya veremos.
De momento nada más por hoy. Un saludo y hasta la próxima.
¡Ah! Se me olvidaba. El libro de referencia está editado por Aguilar en 2009 y su precio es de 30 euros.