miércoles, 28 de octubre de 2009

Contra viento y marea

Así, contra viento y marea, intento mantener en mis reflexiones el espíritu con que nació este blogg. Un espíritu que dejé reflejado de manera solemne en la declaración de intenciones que lo encabeza y que me permito reproducir aquí:

Este blogg responde a la idea de que sobre la mayor parte de las cuestiones que nos planteamos la mejor respuesta con frecuencia es una duda, un tal vez, un si pero..., o un en mi opinión es así. Responde a una protesta frente a las certezas absolutas y los dogmatismos de cualquier género. Eso sí, sin que ello suponga ninguna forma de relativismo. Es decir, convicciones sí, dogmatismos no.

Tengo que decir que sigo creyendo en esas ideas con la misma convicción que cuando escribía estas líneas. Y, sin embargo, me produce cierta inquietud, cierto desasosiego, el comprobar cómo mis últimas entradas destilan casi todas una importante dosis de irritación. Y es que la rabia que me produce la reiteración de comportamientos inaceptables en la gestión pública, teniendo como protagonistas a una variada gama de personajes sin escrúpulos que pululan por los pasillos del poder económico y político, me revuelve las tripas de tal forma que mis reflexiones terminan tal vez teñidas más por el sentimiento que por la razón, más por primeras sensaciones que por el pensamiento reflexivo, más por la ira que por el templanza.


A veces se me aparece tan fuerte esta inquietud que tengo la tentación de cerrar temporalmente este blogg para, dejados de lado los matices, y liberado del compromiso de distanciamiento relativo que voluntariamente me he impuesto, abrir otro blogg nuevo menos matizado, más agresivo y visceral, y con un título menos compresivo. Pero lo cierto es que no acaba se salirme de dentro. Tengo la sensación de que traicionaría en lo más íntimo algunas de mis convicciones más arraigadas. De manera que, aun a riesgo de que algunas de mis entradas en el blogg puedan bordear los límites, prefiero seguir aquí, contra viento y marea, intentando mantener el tipo en este difícil equilibrio.

Porque resulta difícil ser mesurado, contra viento y marea, al enjuiciar los comportamientos indecentes de los gestores del sistema financiero, cuando se reparten sin pudor cantidades insultantes de dinero en medio de una crisis económica provocada en gran medida por sus malas prácticas. Porque también resulta difícil ser, contra viento y marea, prudente y mesurado al analizar los comportamientos corruptos que, afectando prácticamente a todos los partidos con poder –y hoy ha salido a la luz el último escándalo de corrupción que afecta de forma entrecruzada a personajes relevantes de Partido Socialista Catalán y de Convergencia- embarran la vida política a unos niveles insoportables para los ciudadanos honrados a cuyo servicio deberían estar. Porque es difícil mantener, contra viento y marea, la prudencia ante la intolerancia, la falta de respeto y el fanatismo de algunos personajes y personajillos de medio pelo, a quienes hace especialmente despreciables el desprecio que manifiestan por los otros y por sus ideas. Y porque es difícil, en fin, mantener contra viento y marea la prudencia y la mesura ante los efectos perversos que provocan los comportamientos de todos ellos en la ciudadanía a la que dicen, con mentira, servir.

Pues bien. Contra viento y marea seguiré intentando en este blogg vencer la tentación del exabrupto y seguir cultivando la moderación en el análisis y en el juicio, sin renunciar por ello a la crítica desde mis convicciones más profundas. Contra viento y marea.

Así pues, pese a las nuevas malas noticias sobre corrupción política, una vez más contra viento y marea, deseo a todos un feliz día.

Hasta la próxima

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