jueves, 28 de enero de 2010

¿“Subida” de las pensiones o cuadratura del círculo?

Quiero empezar por decir que no soy un quejica. Me siento razonablemente satisfecho de vivir como he vivido en mi larga etapa laboral. Afortunadamente en la actualidad soy perceptor de una pensión que me permite vivir con comodidad y disfrutar de una libertad impagable. Por fortuna no me he creado grandes necesidades y no tengo envidia de quienes sí lo han hecho, incluso si han terminado por satisfacerlas. Seguramente seguirán creándose otras que no satisfarán. Aunque tal vez añadiría algún pequeño matiz, estoy básicamente de acuerdo con la idea de que la clave de la felicidad no está en tener muchas cosas, sino en no desear demasiadas. Eso sí, sin dejar que esta filosofía se convierta en germen de una actitud indolente y perezosa ante la vida.


Esta disposición de ánimo y mi situación de pensionista relativamente privilegiado me impidió analizar con detalle una comunicación que hace unos días me envió la Secretaría de Estado de la Seguridad Social, en la que se me informaba de la “revalorización” de mi pensión para el año en curso. Como ya sabía por los medios de comunicación que la subida sería del uno por cien ni siquiera presté atención a verificar en cuánto iba a mejorar mi economía. Sabía que serían solamente unos “eurillos”, así que para qué hacer cuentas.

Unos días más tarde, la lectura de un comentario de prensa sobre la “subida” de las pensiones, en el que se daba cuenta de que, en la práctica, los pensionistas cobrarían este año menos que el pasado, me indujo a verificar si se trataba de algo más que una especulación maliciosa para criticar al gobierno. Pues no. De los datos de la citada comunicación, contrastados con los del pasado año, se desprendía que mi percepción para el año en curso sería inferior en 3,8 euros al mes. Una disminución, por cierto, nada relevante y que, dado el bajo índice de inflación del pasado año, no va a deteriorar demasiado mi capacidad adquisitiva.

Dada mi situación relativamente privilegiada no voy a quejarme por este ligerísimo deterioro de mi situación económica personal. Ya digo que no soy un quejica. Lo que no es de recibo, ni siquiera en el plano formal, es que en una comunicación oficial se informe a los pensionistas de la subida de sus pensiones, diciéndoles en la misma que van a cobrar al mes una cantidad que resulta objetivamente inferior a la que cobraban el año anterior. Es la cuadratura del círculo. Una cuadratura que, por lo que se ve, han sido capaces de descubrir nuestros gobernantes. ¿Será un efecto más del optimismo antropológico de nuestro presidente?.

Claro que ese optimismo no les sirve de nada a los muchos pensionistas que, en la sección de cartas al director de distintos periódicos, expresan hoy su perplejidad ante el hecho. Algunos de ellos perciben pensiones relativamente modestas y cualquier disminución de sus percepciones, por pequeña que esta sea, tiene un efecto de deterioro de mayor nivel, especialmente si consideramos que los precios de algunos productos básicos de la cesta de la compra han crecido bastante más que la inflación general. Y eso afecta sobremanera a la economía de las familias con menos ingresos.

Analizado en detalle el hecho parece que tiene su explicación en un aumento de las retenciones, asociada a la eliminación de los 400 euros de deducción que nuestros gobernantes introdujeron, de manera “generosa” y “desinteresada” en precampaña electoral y que ahora, una vez “cumplido el objetivo” se retiran a todo el mundo, sean cuales sean sus ingresos.

Por ello, desde una actitud comprensiva en lo personal, y asumiendo también que en época de vacas flacas cada ciudadano debe aportar su parte alicuota de responsabilidad y sacrificio, no me quejaré por el hecho de que personalmente voy a cobrar unos “eurillos” de menos. Pero sí me quejo de que lo hagan otros con menos ingresos y que, para mas “inri” tengan que soportar que se les haga comulgar con ruedas de molino y se les anuncie en una rocambolesca comunicación que se van a subir las pensiones, pero que van a cobrar al mes menos que el año anterior. Lo dicho, la cuadratura del círculo, descubierta y adornada literariamente por unos expertos manipuladores del lenguaje.

Junto con mi cabreo, un saludo y hasta la próxima.

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